La construcción de conceptos en ciencias



La construcción de conceptos en ciencia natural.

En los siguientes párrafos se estará revisando las conclusiones del papel del lenguaje en la construcción de conceptos en la ciencia natural a partir de las conclusiones obtenidas frente a la ciencia, el método y la verdad, tomados del libro Epistemología y lenguaje en Thomas Hobbes.

El lenguaje de la ciencia.


El lenguaje se comporta como una caja de herramientas en donde el ensamblaje de las partes simples permite la articulación de un sistema complejo.

Esta arquitectura va desde la definición de los términos y la formación de conceptos universales hasta la producción de demostraciones y explicaciones científicas en torno a la causalidad.

Es necesarios realizar un recorrido por la formación de conceptos universales, la definición y la demostración y, finalmente, por la modelización en la geometría, para poder conocer el proceso de construcción conceptual en la ciencia natural. Desde una perspectiva hobbesiana.

Los conceptos universales.


Revisaremos tres respuestas completamente diferenciadas, como la realista, la conceptualista y la nominalista, respecto a la pregunta: ¿Qué clase de entidad es lo universal?

En la respuesta realista, el universal no solo es un nombre, es una cosa real que existe con anterioridad e independencia a las entidades particulares, esta concepción se inspiró en la concepción platónica y fue defendida por los autores Bernard de Chatres y Guillermo de Champeaux.

En la respuesta conceptualista, presenta el universal como una entidad mental, (imagen o representación mental). San Anselmo, consideraba que los universales son ideas o esencias presentes en la mente divina.

En la respuesta nominalista, los universales son solo abstracciones que carecen de realidad objetiva, pues las entidades que cuentan con una existencia real son las individuales o particulares. A diferencia de las posiciones anteriores, no es posible hallar los universales en la mente divina porque ello supondría limitarla; tampoco hay que buscarlos en las cosas, dado que esto implica asumir que tienen modelos o arquetipos.

Según Hobbes, lo universal no es una idea innata o una entidad objetiva, sino una elaboración mental y lingüística; pues “nada hay universal en el mundo más que los nombres, porque cada una de las cosas denominadas es individual y singular”.

De esta forma, el concepto de universal, es un término del lenguaje y no una esencia, puesto que los universales no están en las cosas sino en el lenguaje. El concepto es una producción categorial elaborada por el sujeto cognoscente, en su intención de aprehender lo general desde lo singular. Una vez que el sujeto emplea socialmente el lenguaje para comunicarse con los otros, se da inicio a la fase objetiva de la construcción conceptual, que supone la aplicación de los métodos analítico y sintético. En el modelo analítico se captan los principios universales mediante la sensación; en la dimensión sintética se definen los nombres, se enlazan a través de proposiciones y se encadenan para formar silogismos que permiten la formulación de demostraciones.

La definición.


Las definiciones no están sujetas a arbitrio humano, porque esto las haría inestables, relativas y subjetivas. Entonces las definiciones no se obtienen por convención.

Así mismo, la falta de definiciones representa el principal vicio en el uso del lenguaje y conlleva al error y al absurdo. Por el contrario, partir de un fundamento seguro implica hacer una aclaración previa de los términos con los que se va a emprender la búsqueda de la verdad.

La correcta definición de los nombres radica el primer uso del lenguaje, que es la adquisición de la ciencia. Y en las definiciones falsas, es decir en la falta de definiciones, finca el primer abuso del cual proceden todas las hipótesis falsas e insensatas; ene se abusó incurren los hombres que adquieren sus conocimientos en la autoridad de los libros y no en sus meditaciones propias; quedan así tan rebajados a la condición de hombre ignorante, como los hombres dotados con la verdadera ciencia se hallan por encima de esa condición. Porque entre la ciencia verdadera y las doctrinas erróneas la ignorancia ocupa el término medio.

Por último, la definición es un procedimiento lógico, que implica abstraer, delimitar y dividir conceptos, con la finalidad de clasificar lógicamente una entidad.



La demostración.


Para Aristóteles el instrumento de la demostración el silogismo científico, cuyas premisas son siempre verdaderas. De esta manera, demostrar implica buscar los principios de la ciencia y la génesis de los eventos.

Para Hobbes, la demostración es una argumentación que permite establecer nuevas conclusiones a partir de un grupo de premisas dadas.

Según Euclides, la demostración toma como punto de partida un conjunto de premisas dadas y mediante reglas lógicas establece si pueden ser calificadas como verdaderas.

Entonces una demostración es una serie de silogismos, a su vez derivados de las definiciones de los nombres, porque el verdadero razonamiento parte de los primeros principios y produce demostraciones. No es posible deducir causas, si éstas no aparecen formuladas en los primeros principios; si un principio no es correcto, las conclusiones que se deriven de él son falsas.

El método de la demostración es el mismo de la investigación, pero omitiendo la primera parte, es decir, la percepción sensible de las cosas hasta la invención de los principios. El procedimiento es sintético y empieza por las proposiciones más universales hasta llegar a la verdad de la conclusión.

La demostración en física y el carácter conjetural de la ciencia natural.


La física depende de razonamientos hipotéticos para la construcción de las explicaciones causales, articulados con los primeros principios o con cualquier proposición ya demostrada en un sistema deductivo. Por esta razón los procedimientos de la física suelen combinar los principios y condiciones necesarias con las hipótesis, lo cual permite aproximarse a una idea de demostración de los fenómenos. De esta manera, relacionar las hipótesis con los principios o condiciones generales de los fenómenos puede aportar un esquema restringido de demostración.

La física estudia las sensaciones que el movimiento de los cuerpos externos causa en la subjetividad, esta explicación sólo es posible en conexión con la geometría, como ciencia del movimiento en cuanto tal. Así, la diferencia existente entre geometría y física radica en lo siguiente: cuando la primera detenta verdades absolutas y necesarias, la segunda tiene una validez apenas restringida, debido a que recurre a definiciones provisionales y establece causas hipotéticas.

Hobbes señala que la ciencia natural toma como punto de partida la sensación, pero debe emular a la geometría en su aspecto deductivo-demostrativo; de esta manera vence el relativismo y adquiere cierto nivel de rigor y generalidad.

Finalmente, es necesario señalar que la física y la mecánica no tienen la capacidad de proveer la ocurrencia de los movimientos naturales, porque “el presente sólo tiene una realidad en la naturaleza; las cosas pasadas tienen una realidad en la memoria solamente; pero las cosas por venir no tienen realidad alguna”.

Hacia una concepción materialista de la geometría.


Hobbes introduce nuevas definiciones de las magnitudes geométricas como el punto, la línea y la superficie, a partir de un materialismo estricto. La línea no es, como señala Euclides, una longitud sin anchura. Así mismo, un punto inextenso es una noción contradictoria que puede llevar al absurdo, porque el punto es material, extenso y divisible. De esta manera, los puntos no son pseodoobjetos misteriosos sino entidades materiales; no constituyen realidades ideales, sino cuerpos materiales.

En este sentido, Hobbes no considera que la matemática tenga una naturaleza abstracta, considera que el enfoque materialista de la matemática puede ser integrado con éxito a la explicación de los cuerpos físicos, porque permiten trabajar deductivamente. Así mismo, ni en la matemática ni en ninguna otra ciencia puede postularse la existencia de objetos puros, separados de la materia y captados por otra vía diferente a la sensación, los objetos matemáticos son abstracciones de los cuerpos físicos y ellos mismos son materiales porque están dotados de extensión.

Entonces la matemática es la ciencia de la cantidad, en donde los cuerpos se abordan desde su longitud, anchura y profundidad.


Fuente: Tomado del libro Epistemología y lenguaje en Thomas Hobbes.




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